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Crecimiento Bajo La Lupa: Economía Peruana No Lograría Prender El Acelerador El 2023



El titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Alex Contreras, señaló que no se esperan mejoras en la economía para mayo y junio, sino que solo habría una recuperación en la segunda mitad del año porque los “shocks que ”.

En medio de una economía débil, analistas financieros y consultoras revisaron sus proyecciones a la baja, y el panorama no es halagüeño: el producto interno bruto (PIB) se estancaría en el primer semestre, pero podría “recuperarse” en el segundo semestre. del año. Aunque esto no será suficiente para ‘arrancar el acelerador’ de la economía en 2023.

El primer y segundo semestre bajo la lupa

Todas las voces consultadas coinciden en que la economía peruana, luego de un primer semestre “complicado”, tendría “mejores” resultados para la segunda mitad del año, mientras se disipan los factores que azotaron al inicio. Sin embargo, subrayan que existen riesgos y que la economía eventualmente se desaceleraría en 2023.

Para Diego Macera, director del Instituto Peruano de Economía (IPE), el primer semestre será bastante malo. “Nadie esperaba un primer trimestre tan malo y acabamos con casi medio punto en negativo. El segundo trimestre, lamentablemente, no pinta mejor según las cifras preliminares”, dijo a Gestión.

El economista señaló que en el segundo trimestre habrían continuado las fuertes caídas, a un dígito, en agricultura, construcción y manufactura. Mientras que el sector pesquero seguirá con una contracción de dos dígitos por la suspensión de la primera temporada de pesca de anchoveta en la zona centro norte y una cuota baja.

En un escenario como este, Macera pronostica que, “con mucha suerte”, el segundo trimestre tendría un crecimiento de la producción nacional cercano al 1% y en todo el semestre el “crecimiento” sería cercano al 0%.

Con perspectivas nulas para la economía, el director del IPE confía en que el segundo semestre registre un mayor crecimiento (3%). A pesar de ello, para el año 2023 ajustaron su proyección de 1,9% a 1,7%.

“Hay dos riesgos principales: el efecto del fenómeno de El Niño, sobre todo hacia fin de año, y la tensión en el lado sociopolítico, por posibles nuevas protestas o paros”, dijo.

Destacó que las razones de una posible mejoría en el segundo semestre se deben a un empuje que viene de la minería. “Hay una expansión principalmente por Quellaveco, pero también por la normalización de algunas otras actividades que por una u otra razón se paralizaron el año pasado. Eso debe explicar la minería que se expande a tasas cercanas al 7%”, subrayó.

También hay un impulso adicional, agregó, por los rubros de comercio y servicios. “En la última parte del año, la pesca probablemente ya no sea negativa. De hecho, debería recuperarse parcialmente en la segunda mitad del año. Lo mismo con los hidrocarburos”, dijo.

Scotiabank está de acuerdo con el IPE. La economía peruana no está teniendo un buen primer semestre del año, sin embargo, para el banco, las perspectivas para el segundo semestre no inspiran confianza.

“Un decepcionante ‘rebote’ de las rupturas (conflictos sociales) dejó mucho que desear, y ahora un espectro acecha al Perú: El Niño. El fenómeno meteorológico está teniendo un claro impacto en el país, específicamente en sectores primarios como la agricultura y la pesca”, señala un reciente informe de la entidad.

La economía no se está recuperando en el segundo trimestre como se esperaba: “de hecho, la sensación de desaceleración de la economía se ha profundizado y durará un tiempo. La economía se está enfriando muy lentamente”.

Precisó que hay algunos “puntos brillantes” en la economía, como la minería (pero eso era de esperarse), aunque en general el crecimiento del PIB del país para 2023 será ahora sin duda menor: corrigen sus estimaciones anteriores de 1,9% a 1,4%.

Macroconsult no prevé un camino diferente para Perú este año. Revisaron sus estimaciones y esperan un crecimiento cero este primer semestre y un avance de solo 2% para el segundo. Con ello, rebajó sus proyecciones para 2023 de 1,7% a 1%.

Los sectores están golpeados: “En el primer semestre el crecimiento será nulo porque no abrió la primera temporada de pesca; y habrá desaceleraciones muy importantes en el sector no primario en general, como servicios, construcción, así como una caída muy fuerte de la inversión privada”, dijo Eduardo Jiménez, jefe del sistema de información de Macroconsult.

La agricultura, por ejemplo, tendrá una caída de 5% este año, la manufactura no primaria también bajaría 2,5% y la construcción un punto.

BBVA Research, por su parte, tampoco ve una ventana positiva. Pronostica que después de un primer trimestre difícil (-0,4%), la actividad mejorará solo tímidamente en el segundo trimestre: 0,8%. Para el segundo trimestre tampoco se esperan cifras boyantes, considerando que el banco ajustó su proyección de crecimiento del PIB para 2023 de 1,9% a 1,6%, con un sesgo a la baja por el fenómeno de El Niño.

Inversión privada en negativo

La inversión privada, un indicador clave que impacta positivamente -cuando crece- en la creación de empleo, se contrajo 12% en el primer trimestre de este año. Y es que, la caída de las importaciones ya anticipa una nueva caída de dicha inversión para el segundo trimestre.

Jiménez, de Macroconsult, destacó que la inversión privada este año se ha visto muy golpeada, especialmente en el sector minero, que según sus proyecciones caerá un 20%. “El año pasado teníamos Quellaveco en construcción y ahora no. De lo que tenemos que preocuparnos son de los otros proyectos y no tenemos otro gran proyecto”, señaló.

empleo y pobreza

Las cifras esconden impactos que afectan directamente a la población. Un crecimiento en el año por debajo del 2% no permite la creación de puestos de trabajo de calidad. Distintos analistas ya han comentado que un PIB que se expande a menos del 5% anual no puede absorber los nuevos trabajadores que ingresan al mercado laboral cada año. La pobreza tampoco se puede revertir.

Debido al bajo crecimiento y la inflación, el representante de Macroconsult afirmó que la pobreza monetaria aumentará este año. Cabe recordar que en 2020 el 30,1% de los peruanos se encontraba en situación de pobreza; en 2021 el porcentaje fue del 25,9% y en 2022 subió al 27,5%.

“Hay una serie de factores, como la inflación, que es la capitalización en el empleo, no ayuda a reducir la pobreza y no permite una mejor oportunidad en el mercado laboral”, dijo.

Agregó que se necesitarán varios años para reducir la pobreza, suponiendo que la economía peruana crezca 2,5% anual. “Para el 2030 no habrá reducción”, señaló.

BBVA Research coincide y estima que en un contexto de bajo crecimiento, la pobreza monetaria seguirá aumentando en 2023 e incluso en 2024.

¿Se puede revertir la tendencia en 2024?

Según Diego Macera, del IPE, hay un tema apremiante que tiene implicaciones económicas y que debe resolverse: el nivel de reacción ante la posibilidad de un fenómeno de El Niño moderado.

“La prioridad no es necesariamente económica, sino más social, lo que puede afectar mucho los niveles de producción en los sectores primarios, pero también en los sectores no primarios en el primer semestre de 2024”, dijo.

Otro punto -añadió- es que el Gobierno ha estado trabajando para darle al país más previsibilidad económica en los próximos meses. Sin embargo, sostuvo que se debe mejorar la previsibilidad política.

“Si todo esto pasara (reacción favorable a los impactos del fenómeno de El Niño y estabilidad político-social), con un corte optimista, deberíamos estar en 2024 con un crecimiento del 3% o un poco más”, dijo.

En la misma línea, Eduardo Jiménez, de Macroconsult, señaló que el Gobierno debe seguir enfocado en realizar inversiones para evitar la ocurrencia del fenómeno de El Niño.

Fuente : eNoticiasPeru

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