El fenómeno de El Niño es un evento climático de gran magnitud que se produce de forma periódica en el mar, pero sus efectos trascienden las fronteras del país. El Niño, con su atípico calentamiento de las aguas del océano Pacífico, trae consigo consecuencias significativas para el ecosistema marino y las comunidades costeras.
Según expertos, uno de los efectos más notorios del mencionado fenómeno es la alteración de la cadena alimentaria. El calentamiento de las aguas provoca la disminución del flujo de nutrientes desde las profundidades, afectando a las especies marinas que dependen de ellos para sobrevivir. Esto puede llevar a la disminución de poblaciones de peces y otros organismos marinos, afectando la pesca y la seguridad alimentaria de las comunidades costeras que dependen de estos recursos.
Efectos de El Niño Costero: Mil millones en pérdidas por exportación
Esta situación puede afectar a la industria pesquera nacional, pero a qué nivel se podría ver perjudicado este sector. Acaso el calentamiento actual del mar peruano ya no está afectando. Todas estas preguntas fueron respondidas por el exministro de Producción, Alfonso Miranda Eyzaguirre paraInfobae Perú.
—Estamos frente a un fenómeno El Niño Costero y se viene el Niño Global para el próximo año, ¿Cómo está afectando el mencionado evento climático a la pesca peruana? ¿Y cómo afectará el 2024?
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—Todavía no puedo hablar cómo nos afectará el próximo año porque solo se puede pronosticar con tres meses de anticipación. Se ha previsto cuál será su comportamiento hasta setiembre. Sabemos que será un invierno benigno, con temperaturas no muy bajas.
Desde el punto de vista pesquero, lo que ha afectado este fenómeno del calentamiento del mar, es en el recurso bandera: la anchoveta. Esta sostiene a la pesquería en volúmenes más grandes, como en la pesquería industrial de harina y aceite de pescado. Este recurso ha cambiado en su patrón de distribución, sobre todo con más trascendencia en su patrón de profundidades. Los elementos adultos se han ido a profundidades mayores al alcance de las redes de pesca. Entonces, al salir a pescar solo se ha encontrado elementos juveniles que no se deben pescar porque tienen que cumplir su ciclo. Entonces, la pesca de la anchoveta se ha visto afectada en esta primera temporada. Además, el ministro de Producción, salió a decir que no habrá apertura de pesca. Eso implica una pérdida en exportación de mil millones de dólares.
—Si bien el Ministerio de Producción señaló que no se iniciará la temporada de pesca de Anchoveta, la presidenta de la Sociedad de Pesquería, Cayetana Aljovín, aseguró que sí se iniciaría, pero de forma breve.
—Todos tenemos la esperanza de que se inicie, pero la primera temporada termina el 31 de julio, ahora estamos a fines de junio y no se ha hecho la prospección. En esta época comienza el tiempo más difícil en el mar, por la presencia de vientos y neblina, lo que dificulta las labores de pesca.
Siempre vemos a fines de junio un declive en el volumen de pesca. Entonces, si eso ocurre tradicionalmente, en este caso que hay tanta variabilidad, es más difícil que pueda comenzar la temporada. Yo lo veo cada vez más remoto. Sin exagerar creo que ya se perdió esta primera temporada. El segundo (efecto) es que se ha producido un desabastecimiento de las industrias que preparan alimentos con base a la harina y aceite de pescado, que son difícil de reemplazarlos.
—Entonces, para la gran industria pesquera el efecto negativo ha sido mayor.
—Efectivamente, en esta primera temporada (de pesca de anchoveta) se daba el 50% o más de los ingresos de esta industria. Sin embargo, la pesca de consumo humano ha habido un mayor volumen de desembarqué. Sin embargo, los precios que cayeron durante la pandemia no se han recuperado del todo. Haciendo sumas y restas, y chequeando las tendencias se podría hablar de un 8.6% de crecimiento, son las estimaciones que hemos hecho en la pesca de consumo humano, con lo cual se estaría bordeando el mil 700 millones de dólares.
La pesca de consumo humano no será afectado
—¿La pesca de consumo humano no será afectado, sino que crecerá?
—Exacto, en general ese segmento de la industria se va a mantener en azul. Si hubiera una política estable en la promoción de la acuicultura, seguramente estaríamos mucho más cerca de nuestros vecinos de lo que estamos ahora. Nuestro vecino Ecuador exporta siete mil 500 millones de dólares.
Chile, que comenzó su actividad pesquera y acuícola después que Perú, hoy exporta cinco mil millones de dólares en acuicultura y Perú, que tiene tres mil kilómetros de litoral, uno de los mares más productivos del mundo, con 12 mil espejos de agua a lo largo de su cordillera y Amazonía, el año que más ha podido exportar en acuicultura hizo 400 millones de dólares.
—¿Por qué no estamos entre los países que más exportan y nuestros países vecinos sí?
—Porque nuestros dos vecinos (Chile y Ecuador) han tenido una política de largo plazo en cuestión de la acuicultura. Y Perú lo que ha tenido en los últimos 20 años ha sido marchas y contramarchas. Se les entregaban beneficios que después se le retiraban. Además, de una absoluta inseguridad política.
Acabamos de tener un atentado terrorista en Puno contra un cultivo acuícola, sin que haya ninguna reacción del Estado. Esto le sucedió a Piscifactoría de los Andes en Puno, donde se destruyó las instalaciones en tierra como el laboratorio, las oficinas y las viviendas del personal. Luego fueron y cortaron las redes que contenían 200 mil kilos de trucha. Un crimen que felizmente no hubo daños personales. A pesar de la noticia, esto no ha significado ninguna acción del Estado para ayudar a la empresa.
—¿Considera que el Estado no apoya al sector acuícola?
—Es imposible que pueda crecer y generar esa posición que hoy hace que Ecuador sea el segundo país en el mundo en exportaciones de pesca y acuicultura. Peleando con Noruega el segundo lugar. Chile está siempre en los últimos posiciones de la lista, pero Perú no figura en el ranking de los exportadores de pesca y acuicultura. Esa es la diferencia, entre tener políticas nacionales de promoción de una actividad. La industria ha crecido con mucho esfuerzo con la harina y el aceite de pescado. Mientras que la pesca de consumo humano seguirá en la pesca de pota, jurel, caballa, perico, el atún y concha de abanico y punto. Seguiremos teniendo cifras que para las posibilidades y el potencial que tiene el país son bajas.
Nuevas especies marinas a causa del Niño
—¿Debido al fenómeno El Niño habrá aparición de nuevas especies marinas que el sector pesquero puede aprovechar?
—En general los principales recursos (en esta temporada) son la pota, el jurel, el perico, los langostinos y la concha de abanico son productos que se benefician de una condición más calidad del mar. Entonces, estos productos sé vana potenciar. Si hay algo que se puede esperar es que estos productos tradicionales, para lo cual Perú tiene embarcaciones y plantas de procesamiento suficiente, puedan absorber cualquier excedente que pudiera haber en las capturas y los desembarques.
—¿La pesca artesanal podrá aprovechar de la pesca de estos productos marinos que saldrán debido al calentamiento de mar?
—En el caso de la pota, es pescada 100% por pesca artesanal; al igual que el jurel y el perico. Los beneficios llegarán primero a ellos, que serán los que extraen los recursos del mar.
—¿Cuáles son las medidas que debería tomar el Estado para que todas las áreas de la pesquería sean aprovechadas debido al fenómeno El Niño y fuera de este?
—El estado tiene que ser consciente que durante los meses de abril y mayo no hubo lluvias, sino diluvios en un departamento tan importante como Piura fundamentalmente en el Puerto de Paita, que es el principal puerto pesquero para el consumo humano.
Entonces, un Estado que no es capaz de asegurar una red de agua y desagüe de una provincia tan importante como Paita; un Estado que no es capaz de fumigar y que deja que proliferen una serie de insectos y que no pudo controlar la emergencia sanitaria del dengue, tiene que ser conscientes que no puede perseguir a la industria pesquera.
El estado, que no cumple con ninguna de esas misiones en esta época, no puede además convertirse en un perseguidor de la industria, que hace esfuerzos sobrenaturales junto con sus trabajadores y los trabajadores artesanales para que el país no se detenga y siga teniendo ingresos. Lo primero que debe hacer el Estado, que no ayuda en nada, es dejar de poner trabas, dejar de perseguir a la industria y a la flota artesanal. No digo, que no persiga la ilegalidad. Muchas veces ocurre que se persigue al legal, se acosa al formal, pero se deja trabajar libre al ilegal. Ayudaría mucho que el Estado no estorbe, ni ponga zancadillas a la pesca artesanal y la industria de consumo humano.
—¿Solo con esa medida podría ayudar a la pesca nacional?
—Esa es la medida más sencilla, luego sería fundamental que cumpla con su rol de asegurar la sanidad en la región y cubrir brechas de infraestructura productiva. Perú tiene una baja cantidad de frigoríficos, tiene déficit de infraestructura en cuanto a muelles de desembarque que lo hacen poco competitivo.
Esas ventajas comparativas que tiene el mar peruano, las lagunas, los ríos del Perú pierden la competitividad por esta falta de infraestructura. Esto hace muy difícil la competencia en el mercado global, que cada vez es más estricta. Eso no significa que es un Estado empresario. Al contrario, es un Estado que pone a su disposición de su sector productivo esa infraestructura, esa capacidad de servicios para que el sector productivo se encargue de correr el riesgo y de generar riquezas.
—¿Cómo calificaría el trabajo del ministro de la Producción?
—Tiene buenas intenciones y que está haciendo esfuerzos para llevar adelante al sector, pero no basta con que una persona tenga esas intenciones, sino que debe ser el Estado en su conjunto. También me refiero a los gobiernos regionales que tienen funciones en las regiones que es donde se da la actividad pesquera, que es eminentemente descentralizada. Es un llamado a la acción a todos, y no con afán criticón, sino un llamado para que el sector privado, los pescadores artesanales, las fuerzas productivas pongan lo suyo. En vez de hacer señalamientos de responsabilidades, es una invitación a la acción, que es lo más importante en este momento.
Fuente : Infobae