Luego de seis años, tres meses y doce días, la justicia peruana concretó este domingo 22 de abril el retorno al país de Alejandro Toledo desde Estados Unidos. Extraditado y bajo mandato de prisión preventiva, enfrentará la acusación fiscal en su contra por las presuntas coimas de Odebrecht a cambio de la concesión de los tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica Sur.
Alejandro Toledo tuvo una larga jornada en su vuelta al país que gobernó entre el 2001 y 2006. Su día comenzó a bordo de un avión y culminó en una celda del penal de Barbadillo. Allí cumplirá la orden de 18 meses de prisión preventiva dictada en febrero del 2017, la cual fue el punto de partida para su posterior extradición.
El vuelo que lo trajo desde Los Ángeles hasta el Callao partió a las 11:20 p.m. del sábado (hora peruana) y aterrizó el aeropuerto internacional Jorge Chávez a las 7:02 a.m. Fue un vuelo comercial, durante el que estuvo enmarrocado y custodiado en todo momento.
Entregado al Perú
Minutos después, el expresidente fue entregado por los alguaciles estadounidenses -quienes lo escoltaron durante el vuelo- a las autoridades peruanas que formaron parte de la comitiva reunida para recibirlo. Estuvieron allí representantes de la Policía Nacional del Perú (PNP), el Ministerio Público y la Cancillería.
Imágenes a las que accedió El Comercio muestran al expresidente, acompañado por los alguaciles y por policías peruanos, siendo recibido por autoridades como el comandante general de la PNP, Jorge Angulo, y el fiscal Alfredo Rebaza, jefe de la Unidad de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones.
Ya bajo custodia peruana, Alejandro Toledo fue llevado a la sede de la Dirección de Aviación Policial, contigua al aeropuerto. Afuera del lugar, se congregaron decenas de periodistas desde la madrugada. Por la mañana también llegó una ‘portátil’ de unos 20 simpatizantes con carteles y proclamas a favor del exmandatario acusado por corrupción.
Al lugar acudieron algunos políticos vinculados al gobierno de Alejandro Toledo, como su exvicepresidente David Waisman y su exministro Carlos Almerí, quienes protagonizaron un enfrentamiento. También llegó su hermano Pedro, quien dijo confiar en su inocencia y pidió para él un debido proceso.
En tanto, adentro de la sede policial, la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, explicó al expresidente el procedimiento de su extradición y sus derechos fundamentales tras su detención. El fiscal Rebaza la acompañó en esa diligencia, en la que también estuvo Roberto Su, abogado del extraditado. Luego, fue examinado por personal del Instituto de Medicina Legal.
Alejandro Toledo permaneció en esa sede policial hasta las 12:50 p.m. A esa hora volvió a volar, esta vez en un helicóptero que lo llevó en cuestión de minutos hasta el cuartel Los Cibeles en el Rimác. Desde allí, fue llevado a la sede de la Corte Superior Nacional de Justicia Penal Especializada (CSNJPE), en el Centro de Lima.
Bajo control judicial
En febrero del 2017, el juez Richard Concepción Carhuancho, de la CSNJPE, dictó 18 meses de prisión preventiva para Alejandro Toledo. Sin embargo, el expresidente había salido del país el 11 de enero de ese año, por lo que la orden no pudo ejecutarse. Luego, la fiscalía requeriría, a través del gobierno peruano, la extradición del antiguo líder de Perú Posible.
Es por esto que Alejandro Toledo debía ser internado en un penal para cumplir esa orden judicial tan pronto retorne al país. Así, el expresidente fue llevado a la sede de la CSNJPE en el Centro de Lima, a donde llegó alrededor de la 1:10 p.m. para una audiencia de control de identidad a cargo de la jueza de turno, Margarita Salcedo.
En la previa, tanto la defensa del expresidente como la Oficina de Cooperación Judicial Internacional de la Fiscalía de la Nación pidieron que la audiencia sea virtual y se realice desde la sede policial a la que llegó Alejandro Toledo.
Sin embargo, según consta en una resolución a la que accedió El Comercio, la jueza desestimó ese pedido para insistir en que sea presencial. Además, ratificó que el fiscal a cargo del caso por el que se extraditó al expresidente, José Domingo Pérez del equipo especial Lava Jato, debía ser el que participe en la audiencia.
Con el fiscal, el procesado y su defensa presentes en el juzgado, la audiencia inició a las 2:30 p.m. Fue una diligencia breve en la que las partes se acreditaron y el detenido dio sus datos generales. Al final, la magistrada puso a Alejandro Toledo a disposición del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) para su internamiento en un penal.
En la audiencia no hubo acceso de prensa, pero fue transmitida por Justicia TV. Con ello, fue la primera diligencia pública en la que se pudo ver y oír al Alejandro Toledo comparecer en persona ante la justicia peruana por el Caso Odebrecht.
La audiencia representó también el primer encuentro entre el expresidente y el fiscal que lo acusó en el 2020 por los delitos de colusión y lavado de activos. Pérez Gómez pide para él una condena de 20 años y 6 meses de pena privativa de la libertad por los delitos de lavado de activos y colusión.
En la sala, Alejandro Toledo miró atentamente a la jueza mientras esta le explicaba el motivo de la audiencia y le explicaba sus derechos. “Usted tiene derecho a conocer los cargos que le atribuyen en el proceso […] Se le sigue proceso que se encuentra en etapa de control de acusación. También tiene derecho a ser asistido por un abogado en cuanta declaración tenga que brindar y cuanta diligencia se le convoque”, explicó.
Cuando le pidió sus datos, el extraditado respondió sin mayores problemas, a excepción de la pregunta sobre su dirección. “¿En Perú?”, replicó. Tras una pausa y una consulta a su abogado, dio la dirección de un inmueble en La Molina que está incautado por el Ministerio Público.
A su salida de la audiencia, el fiscal José Domingo Pérez dijo a El Comercio que la extradición del expresidente es un logro que repara la actitud “poco diligente” que tuvo la fiscalía que tenía a su cargo el Caso Interoceánica Sur en diciembre del 2016 y enero del 2017. Ese mes, el expresidente salió del Perú sin ningún impedimento a pesar de que ya se conocían las versiones sobre las presuntas coimas de Odebrecht.
“Esto, afortunadamente, ya con la participación del equipo especial Lava Jato, que lidera Rafael Vela, se trató de remediar […] Gracias a la labor que se ha realizado en el equipo especial es que se ha podido tener los resultados [de la extradición de Alejandro Toledo]”, dijo el fiscal.
En otro momento, recordó que el caso está en fase de control de acusación y que su expectativa es que se avance hacia la fase de juicio en los próximos meses “[Esperamos] que lo que viene a ser la parte intermedia del proceso pueda concluir en unos meses y ya entrar en etapa de juzgamiento”, dijo.
Del cuartel al penal
Alrededor de las 4 p.m., ya bajo custodia del INPE, Alejandro Toledo fue trasladado del juzgado de vuelta a Los Cibeles. Allí, se le tomaron nuevamente sus datos y la junta calificadora determinó que sea internado en el penal de Barbadillo, como estaba previsto.
Pasadas la 7 p.m. y nuevamente vía helicóptero, el expresidente llegó al penal de Barbadillo para su tercer interno. Los otros dos también son expresidentes: su antiguo rival político Alberto Fujimori (1990-2000) y Pedro Castillo (2021-2022), quien era el gobernante hasta hace solo unos meses.
La defensa del extraditado ha dicho que pedirá que se le conceda arresto domiciliario, pero el fiscal José Domingo Perez reiteró ayer que se opondrá. Además, especialistas en derecho coinciden en que es muy poco probable que el juez del caso, Concepción Carhuancho, le conceda esa solicitud.
Roberto Su llegó a Barbadillo luego del internamiento del penal para “verificar las condiciones” y su estado de salud. “Lo han maltratado durante doce horas, sin desayuno, sin almuerzo […] En la mañana tuvo dos caídas en el aeropuerto, se le subió la presión, le dieron medicación”, afirmó
“Mañana [este lunes] a primera hora vamos a pedir que una junta médica lo evalúe, con especialistas, para que se vea todo lo vinculado al tema oncológico”, agregó el abogado del ex jefe de Estado.
Fue así que Alejandro Toledo comenzó a cumplir este domingo su orden de 18 meses de prisión preventiva, que durará hasta octubre del 2024. Si para entonces, o antes, llega a tener una condenatoria por el Caso Interoceánica, su permanencia en ese centro penitenciario podría prolongarse por varios años más.
Fuente: Elcomercio